Recetas mediterráneas
Por su gran variedad de ingredientes frescos y coloridos, la dieta mediterránea se ha convertido, para muchos, en una de las dietas más sabrosas y saludables.
De hecho, la UNESCO la ha reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por su énfasis en la hospitalidad, el diálogo intercultural y la creatividad.
Al seguir una dieta mediterránea se descubren sabores complejos, se consumen abundantes cantidades de grasas saludables, como las que provienen del aceite de oliva y de los pescados grasos (sardinas, anchoas, caballa, etc.), y se preparan ricas fuentes de proteínas como la carne y los huevos.
Esta dieta también incluye verduras frescas como los pimientos, las berenjenas y el calabacín, que son ricas en fibra vegetal y ayudan a mantenerse saciado durante más tiempo.
Esperamos que esta colección de recetas mediterráneas no sólo te ayude a comer de forma más saludable, sino que también te haga disfrutar y compartir tus comidas con tu familia y tus amigos, al más puro estilo mediterráneo. Porque como se dice en España, “la mejor medicina es la buena cocina”.
Beneficios de la dieta mediterránea para la salud
Las investigaciones demuestran que la dieta mediterránea tiene amplios beneficios para la salud, entre ellos la reducción del volumen de grasa hepática o la disminución de los síntomas asociados con la depresión. Además, la dieta mediterránea combinada con una dieta baja en carbohidratos puede ser especialmente beneficiosa para las personas con diabetes.
En esta colección encontrarás ideas de desayunos, comidas, tentempiés y postres que te ayudarán a experimentar las virtudes de una dieta mediterránea baja en carbohidratos o keto de forma sencilla y agradable.
Alimentos mediterráneos low-carb
- Pescado y marisco: Los mariscos, las gambas, los calamares y el pescado son elementos básicos de la dieta mediterránea. Especialmente los pescados ricos en ácidos grasos omega-3 saludables como el salmón, el atún, las sardinas, las anchoas y la caballa.
- Carne y huevos: El pollo y los huevos son las proteínas por excelencia en la versión low carb de esta dieta.
- Grasas: El aceite de oliva, los frutos secos y las semillas no pueden faltar en un menú mediterráneo.
- Verdura: Las verduras nutritivas y ricas en minerales y fibras saciantes, como las espinacas, los pimientos, las berenjenas y el calabacín, se incluyen en grandes cantidades.
- Frutas y hortalizas de raíz: Aunque contienen hidratos de carbono, pequeñas porciones de fruta y hortalizas de raíz (cebolla, calabaza, zanahoria, remolacha, apio nabo, etc.) aportan vitaminas y fibra. Algunas frutas ricas en fibra y bajas en carbohidratos son los tomates, la granada y los frutos rojos.
Trucos para ahorrarte tiempo en la cocina
- Prepara tu desayuno semanal con antelación: cocina una tortilla o una frittata antes de que empiece la semana. Repártela en recipientes individuales y tendrás listo el desayuno para toda la semana.
- Lava y corta las verduras en cuanto vuelvas de la compra: con tan solo una hora de preparación te liberarás tiempo para otras actividades durante la semana.
- Ten la proteína lista para ser cocinada: corta la carne o el pescado en porciones individuales. Además, puedes marinar el pollo y la ternera con un día de antelación para ablandar la carne y permitir que los sabores se impregnen bien. Sin embargo, ten cuidado al marinar el pescado, ya que los ingredientes ácidos, como el zumo de limón, empezarán a cocinar el pescado y el marisco.
- Prepara los aderezos y las salsas: de esta forma, solo tendrás que combinar una fuente de proteína y una verduras que ya tendrás prácticamente listas, y echar la salsa por encima. ¡Comida o cena lista en menos de 2 minutos!
- Duplica las cantidades de las recetas: así tendrás sobras para el almuerzo o la cena del día siguiente, o para congelarlas y que te apañen una cena un día que vayas con prisas.
Desayunos
Comidas
Tentempiés, guarniciones y aderezos