Presentando a Cristina Curp: Recetas inspiradas en América Latina y España

Cristina Curp

En Diet Doctor buscamos de forma constante nuevas formas de ser de ayuda para inspirarte en tu camino bajo en carbohidratos. Aunque una de las críticas a la dieta baja en carbohidratos es que es demasiado “restrictiva”, creemos con firmeza que no es así. Los varios cientos de deliciosas recetas que tenemos en nuestro sitio demuestran que un estilo de vida bajo en carbohidratos puede ser no sólo nutritivo, sino también indulgente y repleto de variedad y sabor.

Estamos muy emocionados de trabajar con varios creadores de nuevas recetas para añadir aun más variedad a las opciones bajas en carbohidratos disponibles para ti. Ya que nuestra misión es hacer que comer bajo en carbohidratos sea sencillo para gente en todas partes, ofreceremos cada vez más recetas bajas en carbohidratos inspiradas en la cocina de todo el mundo.

Cristina Maria Curp es autora, chef y la creadorea de Castaway Kitchen. Originaria de Miami y con raíces cubanas, Cristina ha aceptado crear versiones bajas en carbohidratos de platos tradicionales latinoamericanos y españoles.

Esto es particularmente emocionante para nosotros ya que, como saben, lanzamos el sitio web de Diet Doctor en español hace casi exactamente un año. El sitio ha ido creciendo y ahora estamos contentos de poder incluir más recetas inspiradas en la cultura gastronómica española y latinoamericana en Diet Doctor. Cristina es bilingüe y sus sabrosas recetas están disponibles en inglés y español. Haz clic en el enlace de abajo para ver las recetas de Cristina o ¡sigue leyendo para descubrir más sobre ella!

Ver las recetas bajas en carbohidratos de Cristina

Entrevista con Cristina Curp

Tuve la oportunidad de entrevistar a Cristina para conocer más sobre su historia con los bajos carbohidratos y lo que le inspira en la cocina. ¡Sigue leyendo para descubrir más sobre la nueva creadora de recetas de Diet Doctor!

Diet Doctor: ¿Cuál es tu experiencia trabajando con comida?

Cristina: Bueno, mi madre tiene un restaurante, así que siempre crecí rodeada de comida, pero empecé en una profesión completamente diferente. Soy licenciada en sociología y antropología y solía realizar investigaciones en este campo. Cuando yo estaba en la veintena, mi madre estaba expandiendo su negocio y me pidió que me tomara una semana libre para ayudarla a abrir su nuevo restaurante. Mi hermana ya estaba también involucrada en el negocio. Me encantó, y hace unos 8 o 9 años, terminé trabajando en la cocina. Trabajé con un experimentado chef cubano que me enseñó todo lo que sé sobre trabajar en una cocina comercial.

Conocí a mi marido y nos mudamos a San Diego. Esta fue una gran encrucijada para mí al enfrentarme a una decisión importante: ¿sigo trabajando con comida o vuelvo a la investigación en sociología y antropología? Terminé trabajando en un camión de comida que funcionaba con biodiesel y servía opciones de alimentos sanos y respetuosos con el medio ambiente. No tenía ninguna titulación culinaria, así que empecé a trabajar a tiempo parcial, pero en 3 meses ya era la jefa de cocina. Fue un período fantástico en mi vida. Solíamos viajar por mercados de agricultores, festivales en la playa y otros eventos relacionados con la comida. Estaba involucrada en la planificación de la estrategia de la compañía y trabajé de forma directa con los agricultores locales en San Diego, a veces incluso organizando eventos en sus granjas. De veras que amplié mi horizonte culinario durante ese tiempo, aprendiendo todo sobre la cocina, no solo cubana y mexicana, sino también asiática.

La escena de la comida en la Costa Oeste está a años luz de mi Miami natal respecto a la salud y el bienestar. Y estaba justo en todo el meollo, inmersa en la revolución alimentaria mientras sucedía. Terminé abriendo un restaurante temporal llamado Blue Plate en el que participaron varios chefs del movimiento.

Comencé a participar en la creación de recetas después de tener mi primer hijo. Necesitaba dar un paso atrás del rápido y frenético entorno donde había estado trabajando. Este fue un nuevo desafío en el que me lancé sin reservas. Hacer recetas para que la gente las cree es diferente a escribirlas para ti como chef. Deben ser claras y concisas, y otras personas las tienen que poder reproducir. ¡Fue el comienzo de un nuevo viaje al mundo de la alimentación sana y he amado cada paso!

DD: ¿Cuál es tu historia con los bajos carbohidratos?

Cristina: Después de tener a mi primer hijo, me enfermé mucho debido al desequilibrio hormonal y al estrés del embarazo. Sabía por mi experiencia con el movimiento de salud y bienestar en el que había participado que lo que ponemos en el cuerpo es la clave para la salud. Comencé a investigar el tema de la salud ancestral. Encontré mi camino hacia la dieta cetogénica a través de la dieta paleo. Dejé los cereales y empecé a probar y experimentar con mi alimentación para encontrar lo que funcionaba.

Yo diría que mi enfoque es más paleo que keto porque creo que la calidad de los alimentos es más importante que los macronutrientes, pero keto en particular ha sido fantástico para mí en términos de equilibrio hormonal y saciedad. Antes de keto comía en exceso todo el tiempo. Nunca me di cuenta de qué manera hasta que por fin me sentí saciada con las comidas.

DD: ¿Cómo te involucraste en la creación de recetas bajas en carbohidratos?

Cristina: Mi esposo está en el ejército y cuando nuestro hijo tenía dos años, nos mudamos a Hawái. Me sentí algo perdida, como si no tuviera identidad. Había estado dedicando toda mi vida a mi bebé, especialmente mientras lo destetábamos. Me di cuenta de que trabajar en un proyecto me motivaría, me haría sentir bien y me devolvería el sentido de independencia.

Escuché sobre la posibilidad de crear un blog de comida. Era una idea nueva para mí y estaba muy emocionada. ¡Fue la oportunidad perfecta para comenzar un nuevo proyecto relacionado con la alimentación desde cualquier parte del mundo! Mudarnos a Hawái fue duro. Vivimos en una habitación de hotel durante los dos primeros meses. Fue una transición difícil. Empecé a pensar en el blog de comida desde la habitación del hotel.

Al principio simplemente compartía fotos de comida online, después tuve mi propio sitio web. El blog comenzó como un pasatiempo, y durante el primer año y medio no moneticé. Pero poco a poco encontré mi voz. Me había curado con comida y quería ayudar a otras personas a hacer lo mismo. Aprendí fotografía de comida y disfruté poniendo en práctica mis conocimientos de sociología investigando la alimentación y la nutrición.

Se me hizo evidente que pasaba tanto tiempo trabajando en mi proyecto, que debía convertirlo en un negocio. Obtuve muchos consejos de otros blogeros, que me ayudaron mucho. Me pagaron para crear mis primeras 10 recetas y trabajé en el libro de cocina de Mark Sisson. Pensé: “¡Vaya, sí que puedo hacer esto para ganarme la vida!”. Como chef, en lugar de cocinar necesariamente para la gente, podía diseñar recetas para que la gente cocine para sí misma. Fue un gran descubrimiento para mí.

Es más, el año pasado firmé un contrato para escribir un libro. Fue un sueño hecho realidad. Como chef de restaurante, siempre había querido escribir un libro de cocina. De lo que me he dado cuenta es que ser chef no hace que consigas un contrato para un libro. ¡Pero ser bloguera de comida sí lo hace! Irónicamente, cuando firmé el contrato del libro recibí instantáneamente 3 ofertas de otras editoriales, pero decidí seguir con Victory Belt, una compañía editorial que admiro mucho. Y saqué mi libro Made Whole a principios de este año.

Ahora también estoy considerando un acuerdo para un libro en español. Recibo una gran respuesta de la gente que me ha conocido en persona o que ha leído mi libro. Eso es algo muy latino: la comida es personal. Es difícil convencer a la gente de que haga un cambio importante en su alimentación sin una conexión personal.

DD: No incluyes solanáceas ni lácteos en tus recetas. ¿Cuál es la razón?

Cristina: Para averiguar cómo me afectan realmente distintos alimentos, seguí una dieta estricta de eliminación durante 4 meses. Tenía que eliminar todos los alimentos procesados, edulcorantes y alimentos que pueden tener alérgenos o un efecto inflamatorio en las personas.

Tras esos cuatro meses, probé alimentos individuales para determinar que efectos tenían en mí. Los mayores desencadenantes para mí son la solanáceas1, pero los lácteos también son un problema. Seguí cocinando con mantequilla y ghee durante un tiempo, pero me di cuenta de que en mi caso están relacionados con la inflamación de la piel.

DD: ¿Cuál es tu inspiración al crear recetas bajas en carbohidratos?

Cristina: Lo que comes puede curarte.

Este es un concepto muy obvio, pero hoy en día es difícil de entender. Nuestras sociedades han sido pervertidas por el sistema alimentario y por una industria médica que prescribe medicamentos en vez de tratar la esencia del problema.

Mi pasión por esto es personal. Esta forma de comer cambió mi vida. Cuando tenía 29 años, pensaba que no viviría hasta los 40. Sentía que me estaba muriendo. Cuando mi madre tenía 50 años no podía caminar ni una milla por la inflamación y el dolor. Ahora ha reducido la artritis reumatoide con una dieta cetogénica sin solanáceas.

Me despierto todos los días y siento el impulso de hacer esto porque sé de primera mano que cambia vidas. Ha cambiado mi vida y las vidas de personas cercanas a mí y quiero que el mayor número posible de gente tenga la misma oportunidad.

Recetas de Cristina Curp

Made Whole

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Made Whole

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