La dieta cetogénica: “Me siento genial”

Deborah

Deborah

Después de visitar a su médico, Deborah supo que sus niveles de colesterol no eran buenos. Además, tenía un sobrepeso de 14 kg (30 lb) y sufría un incapacitante dolor de rodilla. Le dijeron que empezara a tomar estatinas y siguiera una dieta baja en grasas.

Mientras investigaba sobre sus problemas de salud, acabó encontrando Diet Doctor. Leyó sobre el asunto y pronto se convenció de que la dieta cetogénica era lo correcto. Volvió a su doctora y le dijo que si las cosas no mejoraban en seis meses, seguiría sus recomendaciones. Esto es lo que ocurrió:

¡Gracias, Dr. Eenfeldt!

Hace seis meses tuve mi consulta anual con mi doctora de cabecera desde hace veinte años. Me dolían las rodillas, y tenía 14 kg (30 lb) de sobrepeso, confirmado por mi IMC. El colesterol estaba en 282 mg/dl, el colesterol “malo” estaba alto, el colesterol “bueno” y los triglicéridos podían estar mejor, pero mi VLDL estimado estaba bien.

Por el problema del dolor de rodillas, mi doctora añadió osteoartritis a mi lista de problemas. Para el colesterol alto, me recomendó ejercicio y una dieta baja en grasas, un tema recurrente del que me habló durante dos décadas.

“Bien”, pensé. “Pero el dolor de rodillas es lo que más me está molestando. No solo me impide hacer ejercicio, sino que limita mis actividades diarias. Y usted, que sabe por mi informe que no estoy preparada para contemplar una sustitución de rodilla, me ha dicho básicamente que viva con ello”.

Sé que cada 500 g de exceso de peso, ejerce 2 kg de presión en las rodillas. Me parecía que el primer esfuerzo que había que hacer para tratar mi dolor de rodilla debía ser perder peso. Una semana después de ver a mi doctora, encontré www.dietdoctor.com. Leí los estudios científicos sobre las dietas bajas en carbohidratos y altas en grasas en www.dietdoctor.com y revistas médicas. Envié un correo electrónico a mi doctora y le repetí que lo que más me preocupaba era mi limitada movilidad debida al dolor de rodillas. Le conté mi plan: “Voy a probar una dieta cetogénica durante seis meses y me volveré a hacer una prueba de colesterol entonces. Si pierdo peso y las rodillas dejan de dolerme, pero el colesterol empeora, tomaré estatinas”. Su respuesta: “Bueno, ese es un enfoque interesante”.

Seis meses después de seguir una dieta baja en carbohidratos y alta en grasas que probablemente no llegó a ser cetogénica la mayoría del tiempo, perdí 13 kg (28 lb). Mi IMC es normal. Mi cintura se reducido 15 cm (6 “), y he bajado cuatro tallas de pantalón. Lo más importante, el dolor de rodillas ha mejorado muchísimo. Volví a hacerme una prueba de colesterol en una analítica gratuita ofrecida por una farmacia de mi zona; mi colesterol total, los triglicéridos y el colesterol “malo” BAJARON con respecto a 6 meses antes. El colesterol “bueno” SUBIÓ. Me siento genial y totalmente resarcida con mi “interesante enfoque”.

Para mí, ha sido fácil seguir una dieta baja en carbohidratos y alta en grasas. Sabía que no podría enfrentarme a contar los carbohidratos después de décadas de llevar un registro de las comidas de forma intermitente como se hace con las dietas de calorías dentro-calorías fuera. Estudie las tablas de alimentos y las recomendaciones de www.dietdoctor.com y las condensé en mi plan fácil de recordar: 1) no azúcares 2) nada blanco excepto carne, pescado, huevos, queso, crema para batir y mantequilla (de acuerdo, la mantequilla es amarilla en los Estados Unidos, pero casi); 3) no tubérculos; 4) no legumbres; 5) de fruta, solo bayas sin azúcar. No me gustan los edulcorantes artificiales, así que no uso edulcorantes de ningún tipo.

El chocolate fue el reto más grande, así que aprendí a apreciar las tabletas de chocolate de 90 % de cacao de Lindt. En las recetas de postres de chocolate de www.dietdoctor.com (el pastel de chocolate fundido con crema para batir es mi favorito), combino las mismas cantidades de Lindt de 90 % y chocolate Baker no edulcorado. Si me apetece chocolate o necesito desviarme de forma psicológica de comer bajo en carbohidratos, como un solo cuadrado de chocolate Lindt de 90 % de cacao como una indulgencia especial.

Me gusta el café, no me da ardor ni palpitaciones, y me doy el lujo de beber varias tazas en la mañana. Así que en vez del desayuno, disfruto de dos o tres tazas de café con crema para batir por la mañana mientras miro el correo electrónico, las redes sociales, planifico el día y hago las tareas del hogar, etc. Alrededor de las 10 u 11, tengo suficiente hambre, así que como un brunch de tocino y huevos o salmón ahumado o jamón y queso mozzarela fresco con aguacate y quizá algo de tomate en rodajas. Por entonces estoy cansada del café, así que bebo agua (mineral o con gas) o un vaso de leche de coco no edulcorada. No tengo hambre de nuevo hasta la cena; la preparo usando una de las recetas de www.dietdoctor.com o una adaptación baja en carbohidratos de una de las favoritas de mi familia.

Comer fuera es relativamente fácil: como carne o pescado a la parrilla con doble de verduras en vez de la opción de almidón junto a verduras que ofrecen. Si la única opción son hamburguesas, pido una sin el pan o le quito el pan cuando la sirven. Al principio, tenía que pedir al mesero que se llevara el pan de la mesa; ahora simplemente lo ignoro. También procuro comer un refrigerio sin carbohidratos antes de comer fuera, así el pan que haya en la mesa me tienta menos. Nunca fui mucho de comer refrigerios por la noche, pero disfruto de una copa o dos de vino blanco. Aunque últimamente, lo disfruto menos (he descubierto que noto los efectos adversos mucho más ahora, y mucho más rápido) y en su lugar tomo agua con gas o ponche casero (huevos pasteurizados, crema para batir, agua y sin azúcar ni edulcorantes artificiales).

Mi dilema actualmente es qué hacer ahora que conseguí mis objetivos de pérdida de peso y reducción del dolor de rodillas. Me preocupa que si me vuelvo un poco más liberal con los carbohidratos, volveré a activar algunos desencadenantes que me harían salirme del camino del estilo de vida bajo en carbohidratos y alto en grasas. Por ahora planeo continuar comiendo como lo he hecho durante los últimos seis meses y revaluarlo si mi peso baja demasiado. ¡Tener que resolver ese problema sería sin duda una alegría!

Gracias, Dr. Eenfeldt y a todo equipo. Y, por favor, que el resto de los médicos se pongan al día.

Deborah

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Gracias por compartirlo, Deborah; ¡y felicitaciones por tus mejoras de salud!

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