Cómo Melissa perdió 45 kg con una dieta cetogénica, y los mantuvo durante 15 años

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Antes y después

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Nombre: Melissa Forehand
Edad: 41
Altura: 5’4 1/2” (160 cm)
Peso más alto: 109 kg (240 lb)
Peso actual: 66 kg (145 lb)
Peso más bajo: 57 kg (125 lb)

En el verano de 2001, Melissa Forehand se sentía desdichada y deprimida.

Sentía que la ropa le apretaba más, pero ni siquiera estaba segura de cuánto pesaba exactamente.

“Dejé de pesarme con 102 kg (225 lb)”, admite. “Probablemente pesaba alrededor de 109-113 kg (240-250 lb). Había tenido a mi hija varios meses antes, pero todavía llevaba ropa premamá y tallas 20 de pantalones elásticos.

Melissa era prediabética y tiene un fuerte historial familiar de obesidad, cardiopatía y diabetes. Además de su hija pequeña, tenía un hijo de seis años y su marido estaba destinado en el ejército.

“No me di cuenta de que había ganado tanto peso hasta que mi hijo nos tomó una foto a mí y a mi hija, y cuando la miré, no podía creer lo grande que me había puesto. Ni siquiera me reconocí a mí misma. Y mi esposo nunca me dijo nada, él siempre me decía que estaba hermosa. Lo habían destinado recientemente, y no quería que cuando viniera a casa yo pesara 136 kg (300 lb)”, dice.

Sin embargo, no estaba segura de cómo perder peso. En el pasado, había probado el control de porciones, paquetes de alimentos de 100 calorías y se había centrado en “cereales integrales saludables”, nada de eso causó una pérdida de peso significativa.

Encontrando a Atkins

Afortunadamente para Melissa, el destino estaba de su lado. Justo en ese momento, encontró una copia antigua de Diet Revolution del Dr. Atkins encima de una pila de libros en una tienda de segunda mano de su zona.

“Estaba en la tienda de segunda mano y vi por casualidad ese libro sobre dieta. Lo agarré, lo compré y comencé a leerlo. Y pensé, esto tiene que ser para mí. Pensé que estaba en el lugar adecuado en el momento adecuado”.

Comenzó la primera fase de la dieta, también conocida como inducción, que restringe los carbohidratos a 20 gramos por día. Notó que tenía menos hambre de forma inmediata.

Sin embargo, admite que tuvo algunos intentos fallidos comiendo bajo en carbohidratos.

“Me iba bien todo el día, y entonces me daban antojos, y me rendía, y luego me decepcionaba mucho conmigo misma. Pero descubrí que los antojos pasaban si cambiaba la atención”, recuerda. “Y eso me hizo sentir muy orgullosa y me dio confianza en mí misma. Me hizo darme cuenta de que podía seguir, y lo hice”.

Aunque la Inducción debe durar solo dos semanas antes de pasar a la fase 2, Melissa decidió seguir.

“Me mantuve en la inducción durante los 10 meses que tardé en perder 45 kg (100 libras), ya que me fue tan bien con la fase 1, que nunca llegué a la fase 2”, se ríe.

Ella sabe que no todo el mundo pierde esta cantidad de peso en tan poco tiempo y atribuye parte de su éxito a caminar durante una hora todos los días mientras perdía peso.

Melissa también decidió mantener la pérdida de peso en secreto a su marido, que regresó a casa casi un año después de que ella comenzó la dieta Atkins.

“¡Ni mi propio esposo pudo reconocerme!”, recuerda. “Cuando fuimos a buscarlo, se cruzó conmigo. Le llamé, ‘¡Larry!’ Se dio vuelta, y literalmente no me reconoció. Estaba totalmente sorprendido, pero en el buen sentido. Caminó junto a mí orgulloso, en plan ‘Sí, esta es mi esposa'”, se ríe.

Con 41 años, después de haber mantenido una pérdida de 45 kg (100 libras) durante 15 años, a menudo creen que Melissa es mucho más joven.

“La gente a veces piensa que mi hijo, que ahora tiene 22 años, es mi novio. Le avergüenza, por supuesto. A veces preguntan: ‘¿Es tu pareja?’. Y digo, ‘No, soy su madre'”, se ríe.

Melissa come solo cuando tiene hambre, lo que a menudo significa saltarse la comida.

“Cuando estaba perdiendo peso, a veces no tenía hambre de forma natural, así que iba a caminar. De vez en cuando, cuando volvía, seguía sin hambre, así que no comía hasta más tarde. Esto fue antes de haber escuchado sobre el ayuno intermitente, pero es lo que estaba haciendo. Y continúo haciéndolo, especialmente me salto el desayuno, porque nunca tengo hambre cuando me levanto”.

Aunque ahora se permite hasta 30 gramos de carbohidratos netos al día, generalmente permanece por debajo de los 20 gramos de carbohidratos netos la mayor parte del tiempo. Y a diferencia de algunas personas que mantienen el peso a largo plazo, no lleva un seguimiento de las comidas con un registro de comidas online o una aplicación.

“No registro lo que como”, admite. “Lo hice al principio, pero se convirtió en algo natural. Simplemente sé bastante bien cuántos carbohidratos hay en todos los alimentos que como, y como el mismo tipo de comida todos los días”.

Un día normal de comidas de Melissa

Descanso para el café (10:00):
1-2 tazas de café con 1-2 cucharadas de crema para batir y gotas de estevia.

Almuerzo (en algún momento entre las 13:00 y 14:00:
Carne de hamburguesa, ensalada con mucho queso, aceite de oliva y vinagre, sal y pimienta.

Cena (18:00):
Carne, pollo o pescado, verduras a la parrilla con mucha mantequilla (si tiene hambre) o una ensalada.

¿Y dulces bajos en carbohidratos o keto? No son parte de su dieta por regla general.

“No como galletas bajas en carbohidratos y cosas así con demasiada frecuencia porque no creo que me vayan muy bien. Quiero decir, las pruebo de vez en cuando porque soy humana, y hay muchas recetas que se ven muy bien”, dice. “Pero cuando empiezo a comer dulces hechos con harina de almendras y ese tipo de cosas, me he dado cuenta de que no puedo solo comer uno, y también me provoca más antojos de otras comidas dulces”.

Melissa dice que el único capricho que no le causa antojos de otros dulces es el chocolate negro, y solo un cuadrado o dos es suficiente.

Aunque admite que ocasionalmente come unas cuantas papas fritas con salsa mexicana en un restaurante mexicano mientras espera la comida, no cree en los “días trampa” o las “comidas trampa”.

De hecho, tiene una imagen publicada en su cuenta de Instagram que dice: “Keto es como el matrimonio. No puedes traicionarle y esperar que funcione.”

Sus mejores consejos

Al igual que mucha gente que mantiene la pérdida de peso a largo plazo, Melissa hace ejercicio regularmente.

“Hago senderismo tanto como puedo, y me encanta caminar por los senderos cercanos. Incluso camino como una chica nerd moviendo los brazos”, dice riéndose. “Sigo caminando alrededor de una hora al día. No puedo correr porque tengo problemas de rodillas de cuando tenía sobrepeso, pero sí camino mucho. Y ahora mismo no hago pesas en el gimnasio, pero una vez que mi hijo menor comience la escuela a fin de mes, volveré a hacerlo”.

Estos son los consejos de Karen para que las personas mantengan con éxito una gran pérdida de peso para siempre:

  1. Cambia tu atención si tienes antojos. “Descubrí que si agarraba un libro y comenzaba a leer, los antojos siempre desaparecían. En lugar de leer, puedes coser, caminar o hacer otra cosa para cambiar tu atención. Te prometo que el anhelo desaparecerá si te mantienes fuerte”, dice.
  2. No uses la alimentación baja en carbohidratos como una solución a corto plazo. Tiene que convertirse en una forma de vida.
  3. Mantén las comidas simples. “Noté que muchas personas se esfuerzan por encontrar sustitutos para las comidas y dulces ricos en carbohidratos. Creo que está bien experimentar más adelante, pero cuando estés perdiendo peso, concéntrate solo en carne, verduras y grasas saludables. Guarda los caprichos para más adelante o quizás para nunca, dependiendo de cómo te afecten”, dice ella. [Nota: Echa un vistazo a nuestras comidas platos keto supersimples aquí]

Puedes seguir a Melissa en su cuenta de Instagram, @lowcarbkitty.


Franziska Spritzler

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