Resolución de problemas del ayuno, parte 1: estrés

Hundiéndose en el agua

Al ayunar, la mayoría de las dificultades que podemos sufrir pueden clasificarse en tres categorías: estrés, hábitos y efectos secundarios físicos. En el artículo de esta semana vamos a hablar del estrés y compartir algunos consejos sobre cómo sobrellevar los momentos difíciles.

Efectos secundarios del estrés

Muchas personas no son conscientes del efecto que tiene el estrés en el cuerpo. El estrés crónico puede ser tan perjudicial para la salud como un fin de semana de atracones de comida chatarra. Estos son los efectos secundarios más frecuentes del estrés:

  • Ralentiza la pérdida de peso o causa ganancia de peso
  • Aumenta la glucemia
  • Aumenta la secreción de insulina
  • Puede provocar resistencia a la insulina y síndrome metabólico
  • Provoca un sueño deficiente o insomnio

Tipos de estrés

Muchas personas no son conscientes de que el estrés puede ser emocional y físico. La gente suele darse cuenta de que sufren estrés emocional, pero a menudo están confundidos sobre lo que es el estrés físico. Es algo que observo en la clínica cuando se están recuperando de una cirugía o una infección y su glucemia sube. Les digo que se debe a que el cuerpo está sometido a estrés, y eso les desconcierta. “Pero, ¿qué quieres decir? ¡Yo estoy contento!”. Bueno, estoy contenta de que estén contentos, pero su cuerpo no lo está. Está con estrés, recuperándose del trauma de la cirugía o de una infección. Puede tener el mismo efecto y reacción hormonal que el estrés emocional.

Aparte, muchas personas desconocen que el estrés emocional también puede deberse a circunstancias que sean motivo de alegría, como planear una boda, ir de vacaciones o recibir una visita agradable.

Incluso mientras escribo este artículo estoy estresada porque mi suegro —al que quiero— va a venir mañana a visitarnos durante diez días. Y, a pesar de que es un fantástico invitado y de estar deseosos por recibirle, estoy estresada.

Tengo que lavar la ropa de cama de la habitación de invitados, pero no tengo tiempo… ¿Tenemos toallas limpias? ¿Hay suficiente comida para él? La última vez que vino se me olvidó por completo que él desayuna y nosotros no.

A la mayoría de la gente le resulta imposible ayunar durante periodos de estrés y se culpan a sí mismos de no conseguirlo. Es importante recordar que el estrés hace que el cuerpo segregue la hormona cortisol como ayuda para sobrellevarlo. Y es el cortisol el que contribuye a que tengas hambre, antojos de dulces y almidones, ganes peso y tengas alta la glucemia. No tiene nada que ver con la personalidad ni con la fuerza de voluntad.

Tenemos la capacidad de elegir qué alimentos consumimos y cuándo lo hacemos. Podemos escoger comernos un bistec o un pastel; podemos elegir si comer un puñado de frutos secos para picar incluso cuando no tenemos hambre. Pero no podemos siempre escoger si sufrimos estrés o no.

El estrés puede ser agudo o crónico. El estrés agudo se puede deber a situaciones de corta duración, como quemarse un dedo cocinando o tener una infección del tracto urinario. Es perjudicial en ese momento, pero se soluciona más o menos en un día. En ese caso no te desvías de la rutina de ayuno durante más de un día o dos.

El estrés crónico, como cuidar a un ser querido enfermo o recuperarse de una cirugía importante, suele durar semanas, meses o incluso años. A menudo el cuerpo se aclimata de cierta forma al estrés tras unas semanas y podemos recuperar la rutina de ayuno.

Consejos para gestionar el estrés

Nunca presiono a nadie para que ayune durante un periodo de mucho estrés, sino que les recomiendo hacer lo que puedan para limitar la cantidad de daño que el estrés causa al cuerpo. A continuación les presento algunos de mis consejos para sobrellevar los periodos de estrés.

  1. Haz una ayuno de grasa. El ayuno de grasa puede ser útil para mantener el control del apetito, la glucemia y la circunferencia de la cintura.
  2. No piques entre horas. Si eres incapaz de controlar lo que comes, intenta controlar cuándo comes. Haz dos o tres comidas al día, pero evita picar entre comidas o antes de dormir.
  3. Respira hondo diez veces. Intenta permanecer sentado con los ojos cerrados y los pies bien plantados en el piso y respira hondo diez veces siempre que el nivel de estrés aumente tanto que te entren ganas de pedir una pizza.
  4. Medita. Descárgate una aplicación de meditación como Headspace o Calm para hacer una meditación corta que te ayude a relajar el organismo.
  5. Haz ejercicio. Ve al gimnasio o haz yoga para que las endorfinas fluyan. Incluso dar un paseo puede ayudar a relajar el organismo.

Recapitulemos los puntos a tener en cuenta

  • El estrés puede ser emocional y físico.
  • El estrés puede deberse a circunstancias positivas y negativas.
  • El estrés físico puede causar reacciones similares en el cuerpo al estrés emocional, que también menoscaba nuestros esfuerzos por bajar de peso, aumenta los niveles de glucemia, causa enfermedades y ganancia de peso.
  • El estrés físico puede ocurrir al recuperarse de enfermedades, lesiones o infecciones.
  • El estrés puede ser agudo (periodos cortos) o crónico (periodos largos).
  • El estrés agudo solo nos desvía de las rutinas de ayuno durante un día o dos.
  • El estrés crónico nos desvía de nuestras rutinas durante una semana, pero el cuerpo suele acostumbrarse a las circunstancias y retoma el control cuando todo vuelve a su cauce.
  • El ayuno de grasa, comer adecuadamente, respirar profundamente, meditar y moverse son todas formas geniales de mantener controlar el estrés.


Megan Ramos

También publicado en idmprogram.com.

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Nota

Esta publicación también ha sido publicada en idmprogram.com.

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